Sabía que en algún momento te irías, como lo hacés siempre. Cauteloso, sin dejar rastros y tampoco razones aunque si un poco de dolor y angustia. Me gustaría saber el por qué a pesar de que no tenga mucha importancia en este momento porque ya no estás pero estoy muy segura de que te voy a volver a ver y lo sé por el simple hecho de que esta historia no puede terminar así. La última vez que te vi no fue muy alentadora. Necesito otra oportunidad, por lo menos para despedirme de vos como debería, como deberíamos los dos. Ese día, cuando te fuiste, me saludaste queriendo darme un beso de esos lindos que das vos, pero no sé por qué te corrí la cara. Disculpame, no estoy muy acostumbrada a eso. Esa fue la marca, la esperanza que me quedó de que algún día voy a volver a verte y antes de que te vayas pueda saludarte con ese beso que una vez perdí. Sin dejar ninguna deuda, nada pendiente para vos y tampoco para mí.
Ojala que esta espera y estos caprichos sirvan de algo. Como dicen Los Cafres y Cultura Profética: “No quiero esperar para siempre tu amor”.
Yo sé que para vos soy al un poco menos que oligo, sino supongo que no te hubieras ido. No voy a pretender que vuelvas, debes haber tenido alguna razón y por ella optaste por irte y si algún día volves, no voy a pretender que quieras estar conmigo, es casi imposible, un pensamiento de orate. Lo único que pido es optimizar nuestra relación (de amistad, claro) de mi parte también va a haber cambios y esta vez en serio, pretendo dar de mi todo lo mejor que tengo sin irme por las ramas.
No vas a leer esto, pero si lo lees pienso que el la parte previa a esta vas a pensar “Hace un año que me está diciendo que va a cambiar” si, bueno. Tenés razón y es difícil cambiar de un día para el otro cuando uno no distingue lo que está bien de lo que está mal. No sé que esperás de mí y tampoco lo quiero saber. Dejame equivocarme, quiero aprender, intentar ser algo más que un ente inerte, inepto. Algo inefable. Quiero aprender de vos. Y así poder encontrar una juntura entre los dos, vos y yo.
Voy a cumplir con mi promesa, todas esas cosas que me contabas quedan nada más que en mí. No voy a contar nada de vos, espero que así puedas empezar a confiar en mí a pesar de que se te haga algo complicado.
Prometo, prometo, prometo, prometo. Vos decidís. Tomate tu tiempo. Volvé rápido y si te volves a ir, que sea lento.
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