A veces siento que soy como Gollum (El bichito de la
película “El Señor de los Anillos” que dice “mi precioso” todo el tiempo).
Siento que tengo dos personalidades diferentes que hablan entre ellas. Una
parte es la racional y la otra la sentimental (por decirlo de alguna manera).
Supongo que a la mayoría nos pasa, pero a mí me molesta de sobremanera porque
algunas veces no me dejan pensar por el hecho de que no sé qué pensar y otras
veces me dejan pensando bastante. Nunca sé para qué lado agarrar. No sé qué
camino es el correcto, el que debería elegir (aunque, en realidad, si sé cual
es pero es el más difícil de afrontar. El que más miedo me da. El que más
triste me pone…)
Sé perfectamente (hace bastante) que me tengo que alejar de
vos, el problema viene cuando empiezo a pensar que no voy a volver a verte
algún día y si sólo imaginarlo hace que me sienta tan mal, al borde de un
ataque de nervios, hacerlo me llevaría a la locura. Quizá no sea tan terrible.
Es verdad que el tiempo cura todo, es probable que si dejo de verte, en un par
de meses te olvide. Creo que ese es mi miedo. Creo que por esa razón no quiero
alejarme… No sé si quiero olvidarte y otra vez mi otro yo empieza a discutir
conmigo, siempre lo mismo: él quiere que te olvide, es más, si hubiera sido por
él nunca te hubiera conocido, pero yo te quiero tanto… y con eso me basta para
justificar mi no-olvido.
Últimamente me cuesta hacer cosas simples como irme a
dormir, bañarme y lavar los platos, tener tiempo para pensar me está matando
por dentro y, a pesar de que suene trágico y exagerado, tengo la teoría de que
dentro mío hay un gnomo que con una cuchara para servir helado está vaciando de
a poco mi corazón, porque se siente así… duele tanto como si lo hiciera con
poca piedad. Porque así me siento después del dolor: vacía. Y no sé en qué
lugar desechará esas sobras pero no es en el lugar correcto, porque de repente
vuelve a aparecer él y pone todo en su lugar. Lo vuelve a “rellenar”, pero mi
gnomo es tan cabeza dura que cuando él se va vuelve a hacer su trabajo. Este círculo
vicioso es mi peor defecto, él es mi mejor
y mi peor sentimiento. El gnomo mi asesino, mi otro yo es mi consejero y yo mi
peor enemiga por no cortar el círculo vicioso, por no sacarte de mi alma y por dejarte
tomar todas mis decisiones, controlar mi vida. Por no matar al maldito gnomo
heladero y por no escuchar, ni darle lugar a la razón… y otra vez todo empieza
y termina en vos, porque quererte me duele; porque un beso tuyo me pone
contenta todo el día; porque estoy caminando sola debajo de una tormenta que me
agarró sin paraguas y a mitad de camino; porque hace seis meses que no hay un
día que haya pasado sin pensarte; porque olvidarte me da miedo; porque “aunque
sé que puedo estar sin vos, ¿Cómo hacer que quiera estar sin vos?”